primeras ideas:
La idea inicial surgió mientras veía el dvd de un concierto de una de mis artistas favoritos, en el cual aparecía una escenografía con una decoración muy llamativa: era de un estilo totalmente kitsch, donde se combinaban todo tipo de objetos carnavalescos brillantes y coloridos que por su carácter burlesco aludían a la vez al chiste, y al ridículo. Al verme tan atraída por este tipo de “gusto” un poco vulgar y extravagante, me planteé la idea de trabajar con ese tema: el kitsch, el cual además me había mencionado el profesor luego de la presentación de mi último proyecto en el ramo de volumen.
Investigando acerca de este tema (el kitsch) comenzaron a lloverme ideas de cómo componer la visualidad de este proyecto. Entonces encontré lo siguiente: “El kitsch es un concepto estético y cultural que en su origen ironizaba con la relación arte barato y consumismo: hoy designa la inadecuación estética en general y permite comprender en gran medida las formas de la cultura y el arte contemporáneos, llenos de producciones alternativas que se relacionan constantemente con el kitsch promoviendo efectos baratos, sentimentales y muchas veces dirigidos para el consumo masivo”.
Se me ocurrió entonces la idea de hacer una especie de “ambientación” tomando como referencia la descripción anterior, es decir, utilizando materiales lo más sencillos y baratos posibles, que en conjunto simulen una realidad distinta u opuesta.
La idea es realizar un montaje con objetos de “mentira” que den la sensación de ser un lugar lujoso y elegante.
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